Hace unos pocos días terminé esta maravilla de juego y sólo puedo decir que me emocioné varias veces mientras lo jugaba.
El juego es artísticamente muy bueno, aunque en mi opinión, a nivel gráfico, la IA es mejorable, pero en el resto de aspectos es tan increíble que acabas ignorando los fallos.
Está espectacularmente ambientado, detalles cuidados, interfaz buena, mecánicas divertidas y entretenidas y BSO inmejorable.
La historia es muy buena, y esto es importante, ya que aparte de tenerte enganchado, te hace cogerle un cariño especial a todos los personajes. En especial a Jin Sakai, nuestro protagonista, que existió en la realidad. Fue uno de los últimos samuráis que quedaron en la isla de Tsushima durante la primera invasión mongola en el 1274.
Una de las cosas más interesantes de este juego es que puedes llevar a tu Samurai por el camino que tú elijas. Tiene bastantes opciones de personalización y puedes especializar a tu personaje según los amuletos y armaduras que selecciones, cosa que me pareció muy positiva por parte de los desarrolladores… ya que no creo todos los jugadores quieran ser un recio Samurai que se basa únicamente en los ataques cuerpo a cuerpo.
Tiene un modo foto bastante conseguido con el que han querido sacar el máximo partido a sus increíbles escenarios. Probablemente quieras llenar tus fondos de pantalla con estas instantáneas.
Respecto a la dificultad, me preguntaron mucho si es parecido al Sekiro y no entiendo muy bien por qué. No tiene nada que ver, salvo que comparten la misma temática ‘Samurai’. Además, este juego es bastante realista, no hay fantasía.
Es mundo abierto con mecánicas totalmente distintas y he de decir que me recordó en algunos momentos a una mezcla del Zelda Breathe Of The Wild y Assassins Creed. El sistema de combate y habilidades me recordaron al Sombras de Guerra, lo cual me encanta.
En definitiva, si eres amante de la cultura japonesa es un must de videojuegos en tu vida.