Publicado: 26/03/20
Categoría: Artículos

Inicios e infancia

Tengo un vago recuerdo de lo que viví en mi infancia, aunque las cosas que más me han marcado son mis primeros videojuegos y mi primera consola propia, la Game Cube en el año 2002.

Cuando terminé de pasarme mi primeros videojuegos, The Legend of Zelda: Ocarina of Time y The Legend of Zelda: Oracle of Ages, empezó a crecer en mí una gran pasión. Poco más tarde tuve acceso a Internet gracias al trabajo de mi padre y ahí fue cuando descubrí lo que era jugar en línea.

Él solía jugar a un juego online de guerra de aviones bastante divertido… Es imposible acordarme del nombre pero es curioso que recuerde completamente la interfaz del juego y aún tenga las imágenes en mi cabeza (tengo memoria fotográfica).

He crecido con títulos como Ragnarok Online, Guild Wars, Lineage, entre otros. Pasaba días enteros ahí… qué maravilloso era tener todo el tiempo del mundo. A su vez, también jugaba a otros títulos en otras plataformas que tuve la suerte de disfrutar.

El género MMORPG -uno de mis favoritos- es como una vida en otro mundo y siempre he fantaseado con ello. Además soy realmente fan de lo fantástico/medieval. Mi madre me contaba que coleccionaba todo lo relacionado con ello: libros, cartas, figuras de elfos y otras criaturas.

Siempre que juego me gusta pararme a contemplar la atmósfera generada por los desarrolladores, sobre todo la música y la escenificación que nos ofrecen este tipo de juegos. Algunos me resultan una maravilla y son dignos de admiración, como Dragon Age Inquisition o Guild Wars 2.

Experiencias personales a nivel social

Nunca fui demasiado sociable pero el mundo de los videojuegos me ha ayudado a aprender a serlo. Muchos de mis mejores amigos actuales los he conocido jugando. Siempre me ha gustado formar parte de foros y comunidades para compartir experiencias, conocimientos y bugs.

Una de las comunidades en la que más tiempo pasé fue la de Super Smash Bros España. Estuve compitiendo a nivel nacional en torneos presenciales y creo que fueron años muy bonitos en mi vida porque conocí gente genial y me llevo múltiples anécdotas. También he participado en otro tipo de torneos presenciales: Splatoon, Street Fighter, Tekken, Mario Kart, Hearthstone… pero actualmente tengo un poco parado el tema de los torneos por falta de tiempo.

Por otro lado, he tenido el placer de trabajar con Nintendo un par de veces y realizar colaboraciones con ellos. También he realizado proyectos con más marcas y espero poder seguir así, porque me encanta poder compartir reviews de lo que consumo con mis seguidores.

Bajo mi experiencia personal como mujer, no me llevo casi nada negativo ya que siempre he tratado de estar en un ambiente sano. He podido comprobar que las personas que viven apasionadamente la cultura de los videojuegos tienden a no tener establecido un criterio sexista, y se ven entre ellos como jugador/a, valorando sus capacidades y priorizando el talento. El ‘conflicto’ creo que empieza cuando se permite cierta toxicidad en las comunidades.

Conectar con los videojuegos

Hace unos años decidí abrir mi propio canal de Twitch, una plataforma donde puedes enseñar tus partidas a tiempo real y hablar al mismo tiempo con las personas que lo están viendo, es decir, hacer un streaming.

Empecé a ‘conectar’ con algunos de mis seguidores de manera más cercana y me lo pasaba bastante bien, aunque sinceramente no creo que se me dé muy bien interactuar mediante esa plataforma en concreto. En otras redes sociales estoy mucho más cómoda y me desenvuelvo mucho mejor. Por ello, la gente que lo consigue por Twitch/Youtube tiene un don y me hace sentir envidia sana.

Aun así, siempre he visto mis streams de manera positiva como medio de diversión porque no dejo de estar haciendo lo que me gusta y transmitirlo a mis followers, que en cierto sentido lo apoyan. En primera instancia no pretendo lucrarme con ello (aunque a veces me han llegado donaciones que se agradecen).

Cómo han influido los videojuegos a nivel emocional

Los videojuegos no son sólo capaces de aportarnos mero entretenimiento, sino que pueden llegar a hacernos sentir algo tan complejo como transportarnos a cierto lugar, transformar nuestra mente y ponernos retos, ser los protagonistas de una historia e introducirnos en la piel del personaje, alegrarnos de sus logros y llorar sus pérdidas como si de nosotros se tratara.

Tengo especial cariño a las entregas de Square Enix por hacerme sentir todo lo descrito previamente al mismo tiempo en la mayoría de sus entregas. Final Fantasy, Kingdom Hearts, Nier Automata, Octopath Traveler… juegos que recomendaría al 100% y además tienen unas bandas sonoras impresionantes, que como ya he mencionado anteriormente, ayudan a alcanzar ese estado de empatía con el videojuego en sí.

Los videojuegos, en otras ocasiones, me han ayudado a esquivar ciertas situaciones de estrés psicológico. A pesar de ello no hay que olvidarse de afrontar nuestros conflictos existenciales, separando emociones para poder justificar por qué jugamos a un videojuego, sin ligar una realidad de la otra.

Tipos de videojuegos

Actualmente la variedad que nos ofrece el mercado es inmensa. Todos podemos ser jugadores si encontramos el videojuego que mejor se adapte a cada uno de nosotros. Influyen muchos factores, como la sensibilidad, pero si se trata de un gamer no hay impedimentos, puesto que se valoran las diferentes mecánicas y se buscan nuevos retos.

Avatares

Una de las cosas que más me suele atraer es la posibilidad de personalizar un avatar. Customizar mi personaje y observar el de los demás es siempre un punto a favor.

Los avatares juegan un rol imprescindible porque nos permite crear una representación de nuestro ‘yo’ que interactúa en nuestro lugar.

Como se puede observar, suelo variar de género y clase. En pocas ocasiones realizo la personalización con ciertas similitudes a mis cualidades físicas. Sin embargo, de forma generalizada tiendo a crear avatares totalmente distintos, siendo mis colores predilectos rosa, verde y rojo. Es genial ver escenas donde participas activamente en el relato del juego y en la historia habiendo aportado la creación de tu propio personaje protagonista.

En definitiva, estoy realmente agradecida con todos los desarrolladores, comunidades, jugadores y todas aquellas personas que hacen de este fascinante mundo uno cada vez más conectado.

Claudia Bielsa